El apio, Apium graveolens, es una hortaliza que pertenece a la familia de las umbelíferas y originaria del Mediterráneo. El apio posee un tallo largo verde con estrías del que crecen unas hojas del mismo color debido a la presencia de clorofila. El apio ya era consumido y muy apreciado por culturas como egipcios, griegos o romanos, que incluso lo ofrecían a sus dioses y era usado en ceremonias solemnes.
Propiedades nutricionales del apio
El apio contiene fibra, proteína vegetal, antioxidades como flavonoides, vitaminas A, B1, B2, B3, B6, C, minerales como el potasio, sodio, hierro, magnesio, fósforo, selenio y calcio y aceites esenciales.
Estos nutrientes le confieren al apio acción antiviral, diurética, anticancerígena, vasodilatadora, antiinflamatoria, depurativa, antibacterianas, hipoglucemiantes.
El aceite de semilla de apio contiene ftálidos, de acción anticarcinógena y antiinflamatoria.
Beneficios y usos del apio
El apio combate los virus y las bacterias
Resulta excelente para eliminar los líquidos retenidos
Está indicado para dolencias que implican inflamación (artritis, vitíligo, gota, reumatismo o psoriasis)
Ayuda a eliminar el ácido úrico y otras sustancias de desecho
El apio depura los riñones y está indicado para combatir su infección
Favorece la eliminación de cálculos
Estimula el funcionamiento del sistema inmunológico
Mejora el funcionamiento del hígado
Ayuda a perder peso y adelgazar debido a su cantidad en agua y su contenido bajo en calorías.
El apio estimula la producción de saliva y jugos gástricos que mejorarán las digestiones.
Resulta muy beneficioso para cuidar nuestra piel de forma saludable
Ayuda a regular el azúcar en sangre
Es un alimento que combate el estreñimiento
Mejora nuestra vista
El apio mejora las enfermedades cardiovasculares
Resulta muy beneficioso para el tracto intestinal
El apio es de gran utilidad para la cistitis y la uretritis.
Ayuda a reducir la fiebre
Las semillas y su aceite combaten el insomnio y la ansiedad