«Dios nunca nos da más de lo que podemos soportar». Esta palabra la recibió una mujer que acababa de sufrir la perdida de su embarazo de 5 meses. Para ese momento la intención era alentar el animo de ella y apaciguar el sufrimiento, sin embargo la mujer no se explicaba la razón de lo sucedido, quizás pensó en que jamás superaría esta experiencia y solamente deseaba el abrazo de Dios.
Más Jesús en su palabra nos anima y renueva nuestras fuerzas 1 Corintios 10:13: «Dios […] dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar». En el contexto de este versículo Dios nos alienta a salir de la tentación, pero muchas veces no podemos hacer lo mismo con el sufrimiento.
El propio Jesús deseaba encontrar una vía de escape a su futuro sufrimiento, cuando oró: «…Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa…» (Mateo 26:39) . No obstante, de manera voluntaria, sufrió esa experiencia para darnos la salvación.
Cuando las circunstancias de la vida parecen imposible de soportar, es cuando debemos entregarnos en las manos Dios y dejar que Él nos sostenga.
Dile al Señor: “¡Padre amado tu eres mi refugio y fortaleza, tómame en tus brazos, guardame en tu regazo!