Dos misioneras cristianas perseguidas en Irán fueron encarceladas en una de las prisiones más inseguras, debido a que «legalmente» se torturaban a los prisioneros. Pero en medio de todo eso, lograron ver como Dios transformó el lugar convirtiéndolo en la iglesia.

Por compartir su fe, Marziyeh Amirizadeh y Maryam Rostampour fueron encarceladas por parte de las autoridades iraníes.

Ambas fueron trasladadas a la prisión Evin; la cual es mundialmente famosa por torturar y ejecutar «legalmente» a muchos de sus reos.

Pero estas fieles seguidoras de Jesús mantuvieron su esperanza en Dios y en el propósito que Él tenía para ese lugar.

Ellas estaban aferradas a la palabra de Dios; más específicamente en Lucas 9:23.

Llevando a Jesús

Marziyeh y Maryam llevaron la luz de Cristo a ese lugar catalogado por muchos como «oscuro y cruel».

Ellas dicen que debido a sus oraciones diarias y a que compartían el evangelio constantemente con otros presos, Dios empezó a traer cambios.

Con el pasar del tiempo, las creyentes se dieron cuenta de que el lugar pasó a transmitir esperanza; y parecía una iglesia ya que muchos reos entregaron sus vidas a Cristo.

La información proporcionada asegura que milagros se presenciaban en aquella cárcel, y el poder de Dios era evidente.

Se cree que ambas mujeres ganaron respeto de parte de muchos allí debido a que Dios las respaldaba y respondía a sus oraciones.

Marziyeh y Maryam le tomaron aprecio a muchos de los prisioneros y se preocupaban por sus necesidades, resaltando las espirituales.

Ahora, piden a la iglesia de Cristo alrededor del mundo que en sus oraciones pidan a Dios que sus fuerzas no decaigan y que tengan el coraje para no negar a Jesús y poder defenderlo.